Somos conscientes de que crear un
edificio, una casa y, en general, una infraestructura es un
trabajo tedioso y lento. No obstante, en nuestro estudio procuramos siempre
tener un diálogo dinámico antes, durante y después del proyecto para que el
tiempo que pasamos trabajando, el cliente no lo perciba como aburrido o
desesperante.
Cada proyecto debe llevar a un consenso
con varios conceptos: entorno, luz, clima, técnica
constructiva, materiales adecuados, etc. Todo tiene que cuadrar para
poder traducir la idea inicial del cliente en una vivienda o un lugar acorde
con las necesidades de cada uno, con un acertado diseño, funcionalmente
vividera y bioclimáticamente sostenible.
